1. LA VENTAJA DE
SER ADULTO
Ya eres un adulto con experiencia,
has aprendido y te has adaptado. Cuanto más mayor más claro tienes lo que
quieres y hasta dónde eres capaz de llegar. Ya te vas conociendo.
2. ELIGE UN
INSTRUMENTO QUE SIEMPRE TE HAYA INTERESADO
Lo más importante a la hora de
escoger un instrumento es que te atraiga, te motive, que te enamore su
sonido. El instrumento de tus sueños, ese que siempre te picó la
curiosidad.
3. MEMORIA
MUSICAL, MOTRICIDAD Y SENSIBILIDAD
Sí, aunque nos dé un poco de
envidia, los niños tienen mayor agilidad y sensibilidad en los dedos y músculos
faciales, por el contrario los adultos tenemos más fuerza, lo cual puede
suponer una ventaja. Durante el proceso de aprendizaje se pone a prueba la motricidad
y se activa la percepción sensorial. Poco a poco vas interiorizando
la técnica hasta que te sale de manera inconsciente. Aprender a
tocar un instrumento es un viaje de
autodescubrimiento.
4. TOCAR UN INSTRUMENTO
ES SALUDABLE
Los estudios confirman que la música
nos ayuda a mantener la mente en forma. En parte gracias a que se crean
nuevas sinapsis y las existentes se reactivan. La coordinación de la
motricidad, audición, percepción y emociones tiene un papel fundamental. Está
comprobado que los músicos se sienten mucho más polifacéticos y diversos
que otras personas. El secreto está en la conexión continua de todos los
sentidos. El cerebro necesita estar ocupado, así que por qué vas a dejarlo en
standby.
5. EXPECTATIVAS
Es posible que nunca llegues a ser
uno de esos virtuosos que salen en youtube, pero qué más da. Nadie
debería tocar un instrumento por los fans, sino porque le llena. A veces con
tocar un tema con los tuyos es suficiente. No hay un idioma más
universal que la música.
CONCLUSIÓN: SI NO LO PRUEBAS NO SABES QUÉ TAL SE TE DA.
NUNCA ES TARDE.
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